Con el obispo hemos topado

El pasado jueves unos doscientos estudiantes se manifestaron contra la decisión del obispo de obligar a dimitir a Pilar González, profesora de religión en Magisterio. Por lo que se ve, esta profesora no es de la cuerda de Jesús Sanz y éste quiere colocar a uno de los suyos. Después de algunas de sus declaraciones, pastorales (en las que hablando sobre el discurso de Ratisbona del Papa acaba rechazando el proceso de paz) y actos ya nos podemos imaginar cómo será el nuevo profesor, si es que al final llega a haber un cambio.

Podemos estar ante un nuevo caso de acoso laboral por parte de la iglesia, además de no ser ni medio normal que después de treinta años de democracia los curas sigan teniendo privilegios como nombrar o destituir a profesores de religión por que se divorcian, viven "en pecado", no dan parte del sueldo a la Iglesia o cualquier otra cosa que para el 90 por ciento de la población es lo más normal del mundo. Entre poder nombrar a los profesores de religión en centros públicos (pagados por el Estado, que también debe pagar si el despido es improcedente. Desde 1989 más de 300 millones de euros se han perdido por esto) y el nuevo modelo de financiación (otra bajada de pantalones del PSOE, que encima lo ha querido vender como un gran éxito), no sé por qué se siguen quejando de que el Gobierno es abiertamente anticlerical y la Iglesia está perseguida en España. ¿Se lo creerán de verdad?

Había una propuesta para que la Iglesia tuviera que argumentar en base a derecho los despidos o no renovaciones de contrato pero al final Zapatero se ha vuelto a bajar los pantalones. ¡Menudo anticlerical!