Ultraordoxos judíos, integristas cristianos y fundamentalistas musulmanes juntos en Israel. ¿Por la paz? No, por la homofobia y apoyados por el Papa. Para que luego digan que las religiones no unen.
Amenazas de muerte, agresiones (incluso el alcalde de Jerusalén, otro ultra pero no lo suficiente fue agredido. El año pasado incluso llegó a haber acuchillamientos), detenciones (decenas de gays frente a dos ultras, que eran los agresores. Manda huevos), meter miedo a la gente y distorsión de la realidad ("que vienen los nazis" decían los ultras cuando la poli defendió finalmente a los participantes en la marcha. Se olvidan del triángulo rosa). De hacerles caso a los ultras vamos de cabeza a una nueva Edad Media con coches y ordenadores.
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