En la charla de ayer organizada por la CGT de Naji Owdah, un refugiado palestino, hubo un asistente "especial": un secreta que se dedicó a hacer fotos a todos los que estábamos allí para ficharnos posteriormente. Igualito que en tiempos de Franco.
Los organizadores se dieron cuenta y lo expulsaron de la sala. El tío encima se intentó hacer pasar por fotógrafo de un medio de comunicación. A esto se dedica la policía en un estado democrático. Esto se merece un fuerte aplauso, los vecinos del Área 3 y las charlas sobre Palestina son lo más preocupante que pasa en esta ciudad, mientras Porta abre cuando le pasa por los cojones. Lo próximo que va a ser, ¿mandar la poli a las reuniones de amas de casa o jubilados por si son peligrosos terroristas? De la charla ya escribiré mañana.
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