"No hay que permitir una nueva carrera nuclear", "el mundo será más seguro sin armas nucleares", "desmantelaremos nuestro arsenal atómico" y frases similares son usadas cada día por los presidentes de las potencias mundiales ahora que se ha vuelto a poner de moda lo atómico debido a los programas nucleares de Irán y Corea del Norte (la verdad es que la última se decía hace quince, veinte años pero viene al caso). Suscribo al cien por cien y creo que muy poca gente podrá poner pegas a estas frases.
Sin embargo si pasamos de las palabras a los hechos la hipocresía vence por goleada: Blair se despide a lo grande anunciando que renovará el armamento nuclear británico, basado en los misiles Trident instalados en submarinos. Por otra parte, he visto que Estados Unidos e Inglaterra desarrollan desde marzo pasado un arma nuclear nueva que, de hacer caso a un militar inglés, será la bomba:
«Queremos construir algo que no podamos probar nunca y que estemos completamente seguros de que, cuando lo usemos, funciona», dijo un oficial británico al dominical.
Si una de las posibilidades que baraja Estados Unidos es invadir Irán por su programa nuclear (lo que va en contra del Tratado de No Proliferación), ¿qué condena se le impondrá a Estados Unidos e Inglaterra por la violación del artículo sexto del mismo tratado? Ninguna, la nueva arma saltó a la luz hace ocho meses y no he escuchado decir nada ni a la ONU ni al OIEA, a las que se supone imparciales. Bueno, ya está, ya han dado otra prueba para los que dicen que la comunidad internacional tiene doble rasero y van...
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