Rajoy y Aznar crean escuela

Sarah Palin ha vuelto a hablar, no sobre geopolítica (tema en el que es toda una experta ya que, como acertó ella al recordarlo, Putin lo primero que ve al salir en avión de Rusia es Alaska), sino de terrorismo. Tras resucitar hace unos días las conspiraciones 11-S y Sadam Hussein (que ya ni se creen los republicanos estadounidenses), ahora ha acusado a Obama de "ser amigo de los terroristas". El Fede ya está negociando con Palin para incorporarla a su tertulia en la COPE.

Osama bin Laden, Sadam Hussein, ayatolás, talibanes, el régimen saudí que financia el terrorismo internacional y mantiene una de las teocracias más retrógadas y un largo etcétera no son sólo enemigos de EEUU, si no de cualquier persona medianamente racional.

Pero repasemos quién ha dado apoyo a estos individuos. Jomeini se hizo con el poder en Irán hace dos décadas. Poco después, los malvados ayatolás se enfrentaban a Sadam Hussein, por aquel entonces un buen mandatario al que el Gobierno de Reagan, del mismo partido que Palin, tuvo que ayudar. Donald Rumsfeld, también republicano y que ha ocupado uno de los máximos cargos con George Bush, se reunió con el bueno de Sadam para concretar esa colaboración.


Pero el Irán de los ayatolás, que cada dos por tres amenaza con destruir Israel y causa espanto entre Bush y McCain que responden con invadirlo y no sé qué armas de destrucción masiva, tuvo que transformarse del día a la mañana en un defensor de los Derechos Humanos y un demócrata. El idilio con Washington era inevitable y no se haría esperar. A causa de esta "conversión" de los ayatolás al bando de los buenos, EEUU, también en la época del republicano Reagan, les vendió armas para enfrentarse al ese día malvado Sadam Hussein. De paso, el dinero que se obtenía de esa venta se utilizaba para armar a la Contra nicaragüense en la guerra civil que emprendieron contra el Gobierno sandinista y que desangró al país centroamericano, en el que poco antes se había derrocado al dictador Somoza, gran amigo de EEUU. Resoluciones del Congreso estadounidense exigiendo el cese de ese tráfico de armas no impidieron que se siguiera financiando a la Contra.

También por esos años en los que un día Sadam y los ayatolás eran buenos y al siguiente malos, los EEUU de Reagan entrenaron militarmente y financiaron a unos insurgentes barbudos en Afganistán. Eran los muyahidin, entre los que se encontraban los taliban, por aquel entonces bautizados en Estados Unidos como los freedom fighters, los luchadores de la libertad.

Con el tiempo, uno de ellos se haría muy famoso. De familia saudí acaudalada, y con la que los Bush han establecido contratos muy suculentos, Osama bin Laden aprovechó su entrenamiento con la CIA para crear Al Qaeda, cometer los peores atentados de la Historia en Occidente y sembrar el caos y asesinar a cientos de personas de cualquier país musulmán que intentan llegar a una sociedad civilizada.

Arabia Saudí es un caso aparte. Es la mayor financiadora de las madrasas radicales, las escuelas coránicas que llaman a la guerra santa contra el infiel, el cruzado y no sé cuántas cosas más, pero es uno de los aliados árabes más fieles de EEUU.

Recapitulando, Sarah Palin acaba de llamar "amigo de los terroristas" a Obama por haber trabajado junto a una persona que cometió varios atentados durante la Guerra de Vietnam en repulsa a ese enfrentamiento. En el último atentado que perpetró ese terrorista, Obama tenía 14 años. Se conocerían unos 30 años después pero Obama es "el amigo de los terroristas", no Bush, Reagan o Rumsfeld, todos con unas amistades muy "raras" y miembros del partido republicano, al que pertenece Palin, si no Obama.

Dicho esto, que nadie piense que Sarah Palin es una cínica. Lo que ocurre es que todavía no ha pasado de la primera página del libro de Historia neocon, ese que dice que los dinosaurios y el hombre vivieron juntos porque Dios lo quiso. Y pensar que alguien así haya llegado a a aspirar a la vicepresidencia de EEUU.