Fin de semana movido y con sorpresas además de largo. El lunes se recordaba la batalla de Angamos en la que murió el almirante Grau (héroe en el Perú) y era día festivo o feriado como se dice aquí.
El viernes quedamos con más españoles, entre los que estábamos una nutrida representación aragonesa, en el Centro Cultural de España en Lima. Había una exposición de fotos, "Haití: los espíritus en la tierra", sobre las ceremonias vudú que estaba bastante bien. Además, fuera del edificio, había conciertos de grupos locales. Cuelgo un par de fotos de la exposición.


Después de la primera cerveza de la noche escuchando a El sordo de mi voz, una decena de españoles y tres peruanos nos fuimos a cenar . Aunque únicamente quedaba una triste cerveza en todo el restaurant gracias a las gestiones de un paisano al final pudimos cenar con las chelas de rigor.
Y de allí ya directamente a bares del centro de Lima. Llegamos tarde para entrar al Queirolo. Estaban cerrándolo y únicamente nos dio tiempo a entrar para echarle un vistazo rápido. El Queirolo es uno de los bares más populares de la ciudad. Recuerda a las tiendas de ultramarinos antiguas con sus armarios altos hasta el techo y llenos de artículos. Al lugar acude mucha gente bohemia, escritores, poetas, pintores; pero los parroquianos de la zona son numerosos entre la decena de mesas esparcidas por el local. Por lo oído y visto, buen lugar para entrar cuando cae la noche y salir de madrugada apestando a pisco.


Después de la primera cerveza de la noche escuchando a El sordo de mi voz, una decena de españoles y tres peruanos nos fuimos a cenar . Aunque únicamente quedaba una triste cerveza en todo el restaurant gracias a las gestiones de un paisano al final pudimos cenar con las chelas de rigor.
Y de allí ya directamente a bares del centro de Lima. Llegamos tarde para entrar al Queirolo. Estaban cerrándolo y únicamente nos dio tiempo a entrar para echarle un vistazo rápido. El Queirolo es uno de los bares más populares de la ciudad. Recuerda a las tiendas de ultramarinos antiguas con sus armarios altos hasta el techo y llenos de artículos. Al lugar acude mucha gente bohemia, escritores, poetas, pintores; pero los parroquianos de la zona son numerosos entre la decena de mesas esparcidas por el local. Por lo oído y visto, buen lugar para entrar cuando cae la noche y salir de madrugada apestando a pisco.
1 comentario:
Q paxa!! Ya veo q todo mu bien x allá. El concierto fue de puta madre!! No ai palabras pa describir...jeje!! Cuídate muxo.
Publicar un comentario