sábado, octubre 27, 2012

Alemania suspende en Historia

Se dice muchas veces que Alemania es el país que más ha aprendido de la Historia. Eso es verdad hasta cierto punto. Si bien es cierto que es prácticamente imposible que Alemania vuelva a caer en manos de gente como los nazis y que expian su culpa de manera constante (hace unos días Merkel participó en un memorial a los gitanos asesinados por Hitler), Alemania suspende en muchos otros puntos.

Primero: Berlín está tratando a los países "derrotados" en esta "guerra económica" de la misma manera que Inglaterra y sobre todo Francia lo hicieron en el Tratado de Versalles con la Alemania de 1919: imposiciones y más imposiciones, estrangulamiento de su economía (dos de las principales razones que explican el auge del nazismo en los años 30) y cerrazón en banda a una negociación para hacer más soportables esas condiciones.

Segundo: Alemania no superó el desastre económico de la II Guerra Mundial por trabajar mucho y esa austeridad que Merkel saca a relucir siempre que puede en contraposición al supuesto derroche del sur europeo. No. Alemania, como toda Europa occidental a excepción de las dictaduras española y portuguesa, salió de esa depresión por el Plan Marshall, una ingente cantidad de dinero público para contrarrestar la crisis.

Los Aliados de la II Guerra Mundial aprendieron de la pésima gestión de la paz que hicieron los Aliados de la I Guerra Mundial. En vez de un nuevo Versalles -aunque tentaciones hubo: planes Morgenthau y Monnet-, Estados Unidos colocó en Europa 13.000 millones de dólares de la época -un 5% del PIB estadounidense por aquel entonces- y así el Viejo Continente inició la mayor época de crecimiento económico y sentó las bases del Estado del Bienestar moderno.

Tercer suspenso: el pánico a la hiperinflación, que fue otro hecho que ayudó a los nazis a llegar al poder. Ese trauma se traduce también en terror a una inflación moderada. Y Merkel, contrariamente a lo que han propuesto muchos economistas, se ha negado en redondo a cualquier medida de estímulo económico que pueda aumentar, aunque sea ligeramente, la inflación.

Muchos suspensos, que la matrícula de honor no compensa, y que puede llevar a que la República de Weimar resucite (para luego morir a manos de neonazis) en los países que están sufriendo la falta de memoria alemana. Alemania se debería pensar si quiere ser vista, o directamente ser, el IV Reich o ser el líder, o mejor aún el primus inter pares, de la Unión Europea, concretamente de ese modelo de Unión que le ha valido el Premio Nobel de la Paz y al que se parece tan poco ahora.

No hay comentarios: