miércoles, diciembre 03, 2008

No pueden quemar a nadie pero ganas no les faltan

La ONU pretende que la homosexualidad deje de ser considerada un delito en el mundo, con lo que se acabarían las lapidaciones a gays en Irán, las decapitaciones en Arabia Saudí y demás condenas que aplican los extremistas religiosos en países en los que no ha triunfado el laicismo ni la separación Estado-Iglesia.

No pensaba que nadie en su sano juicio (y estar en sus cabales excluye a los fanáticos del turbante o la Torah) se pudiera oponer. Pero al Vaticano le encanta sorprendernos, y siempre para mal. La Iglesia Católica (esa cuyo dios ejecutó tres genocidios: el diluvio, Sodoma y Gomorra y las plagas de Egipto, menos mal que no hago caso a lo que dice la Biblia) ya hace mucho tiempo que no tiene fuerza en Europa para quemar a nadie (aunque siempre que tenga oportunidad lo haga: su apoyo a Franco, Mussolini y Hitler, este último menor pero también real), pero ha anunciado que se opondrá a la condena en la ONU porque eso "presionaría" a los paises que matan a los gays y "crearía nuevas e implacables discriminaciones". ¿Discriminaciones? ¿Hablamos de gente a la que matan por con quien se mete en la cama y el Vaticano se queja de que la ONU abroncará a Irán y Arabia Saudí por esos asesinatos? ¿Ahora los discriminados son los ayatolás, sultanes y demás dictadores con tufo religioso? Tenemos un caso claro de choque entre sociedades libres con ultras religiosos. Y el Vaticano, recordemos el último estado teocrático de Europa, se pone de lado de sus homólogos musulmanes que matan a todo lo que les apetece. Si es que echan de menos los viejos buenos tiempos de la hoguera. ¿Cuando el Vaticano dice que Europa debe reconocer la influencia cristiana en el continente se refiere a cosas como ésta?

No hace ni dos semanas que he apostatado y cada día estoy más contento de haberlo hecho. Si alguien tiene interés, que sepa que hasta el momento (sólo falta que me borren de los libros de bautismo) en Huesca el obispado no pone ninguna traba. Para una cosa en la que se portan hay que reconocérselo. Sólo hace falta pedir el acta de bautismo en la parroquia correspondiente, entregar un documento con tus razones en el obispado y allí te dan un acuse de recibo. Quince días después tienes que estar borrado del libro de bautismo. Para más información y dudas, aquí.

Otra cosa buena del Vaticano: ha retrasado una guerra.

1 comentario:

dAv!d dijo...

Me alegro de que consiguieras la apostasía pues estamos juntándonos unos pocos para hacerlo.