Cuando veo cosas como esta me dan ganas de votar al primer partido que proponga el despido libre entre los funcionarios, sea Falange Auténtica, Familia y Vida o Unión de Meapilas de Escrivá de Balaguer. Si cualquiera hiciéramos, en nuestro trabajo para una empresa privada, algunas de las cosas que frecuentemente, demasiado frecuentemente, hace gran parte de los funcionarios, no habría ni un segundo de piedad, directamente a la calle.
Ahora en serio, a ver qué día un partido se atreve y lo propone. Y que el único privilegio del funcionario sea que tendrá trabajo siempre mientras cumpla medianamente (su "empresa" nunca va a quebrar), y sino, a la calle. Y este privilegio ya es mucho, la gran mayoría no lo tenemos. Otro día hablaremos de los moscosos.
En lugar de mandarlo a la cárcel o al menos echarle de la profesión, el juez se va con una multa de sólo 1.500 euros, que encima ha recurrido. El corporativismo de los jueces es sencillamente asqueroso. Otros dos ejemplos de hoy mismo: Marlaska sigue en su empeño de no juzgar el Yak y la España cañí de siempre, Rodríguez Menéndez; por no olvidar el reemplazo del CGPJ de hace unos días, en el que ni uno solo de los miembros pertenece a los jueces no partidarios, que son mayoría en la profesión y han hecho público su cabreo. Esta justicia es más propia de un país de pandereta que de uno que pertenece a la UE (sin contar Italia, claro).
jueves, septiembre 11, 2008
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