martes, septiembre 29, 2009

Llegada y primer día de clase

Un vuelo con tele propia y películas a elegir, controles, más controles y un destino: Washington. El segundo vuelo desde Filadelfia (si donde el príncipe de Bel-air) se retrasó y pude tomar mi primera hamburguesa yanqui. No hay tanto gordo como se podía esperar pero sí que se cumplen otros tópicos: todo está hecho a lo grande. Finalmente el taxi me lleva a casa de noche, cansado y con poco jet-lag.

Bajo la calle de mi casa, la segunda giro a la izquierda por Lamont y llego a Monte Pleasant, plaza llena de restaurantes y tiendas latinas donde cojo el bus 42, los autobuses llevan un raro tirador de sirga para solicitar la siguiente parada. Llego a la calle M donde me bajo y avanzo hasta el 2025 de la misma calle de una sola letra. Calles anchas, coches grandes, señales por doquier y gente variopinta se cruzan en mi camino. Restaurantes de comida rápida, edificios gubernamentales, semáforos donde un contador en blanco indica el paso y una mano roja lo impide. Civismo, nada de basura en el suelo y ganas de aprender conocimientos inundan el ambiente. No he visto llover aun, el clima es benigno y hay más ardillas sueltas que gatos en mi barrio. En clase turcos, españoles (uno de ellos de ¡Huesca!), un francés un albano y un coreano. Gente de oriente medio en otra clase. Un crisol de gentes conviviendo y aprendiendo inglés, conversaciones entre todos con el fin de comunicarse y mejorar la pronunciación.

Tengo ya móvil y la tarjeta prepago del bus, cuesta pero en las tiendas uno consigue expresarse y te entienden cuando te quieren vender algo. La comida tampoco es tan barata, como en España o más aunque el cambio de moneda me sigue beneficiando. Sin embargo un filetón enorme cuesta lo mismo que algo de jamón york, cosa que no entenderé. El trato con la gente es amable en muchos ámbitos, tanto en la escuela como en la calle. Se nota el nivel de vida alto de mucha gente en el centro contrastado con gentes más pobres, aunque las propias zonas aún no las he visto. Hablando con un informático, me comenta que preguntará y quizá tenga posibilidades de obtener un trabajo futuro con mucha suerte, cosa que no rechazaría.

En resumen: todo aquí es más grande, algo caro (no al cambio) buena gente, horario distinto y mucho civismo. Pronto aventuras de verdad (aparte del rato perdido que estuve para comprar el móvil :) )

4 comentarios:

Arturo dijo...

hereje

Arturo dijo...

Aver cuando te detienen y te acusan de negro.

Angel dijo...

Faltan chapas ahi ehh, que se note lo que cundimos los españoles, y nosotros en particular
Pasalo bien tio, y llena ese cofre...

Jomra dijo...

Salud

¿Ya le han detenido? No pues, ya una semana y no hay novedades... Mucha suerte :).

Siempre me han dicho (gestes que viven ahí o han ido para allá) que todo se parece increíblemente a la imagen de las películas, o sea, que no hay tanta invención como a veces parece.

Hasta luego ;)