Me voy a la capital del antiguo imperio inca, el Cusco (ombligo del mundo en quechua). Y, cómo no, a la Montaña Vieja. Buena manera para dejar el vicio: a 3.000 metros falta oxígeno para respirar, así que el tabaco se va a reducir drásticamente. Lo podría recetar la Seguridad Social. Ya contaré a la vuelta.
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3 comentarios:
Impaciente quedo, a la espera del relato de tu visita. Yo tengo unas ganas enormes de ir.
¡Ojo! No te alegres demasiado por dejar el vicio del tabaco porque qizás te acostumbres a otro algo peor... la coca xD.
Qué vaya bien el viaje, menuda suerte, ojalá pueda ir yo alguna vez a un lugar así.
¡Saludos!
La foto que cuelgas es espectacular, parece sacada de una leyenda del mismísimo Tolkien. Por lo de la altura, quizás lo más aconsejable es que llevéis bombonas de oxígeno en plan escaladores de al filo de lo imposible!!.
Saludos, Feliz Navidad
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