Que la primavera la sangre altera lo sabemos todos. Y más en estos tiempos de indecencia y lujuria en el que las jovencitas aprovechan la llegada del buen tiempo para provocar con esos tops que muestran el ombligo y esas minifaldas que ni son minis ni son faldas, si no simplemente un cinturón largo por el que enseñan sus benditas sean las partes.
Pero para acabar con este Sodoma y Gomorra ha llegado un nuevo grupo de música, siguiendo los pasos de Papá Levante y su "no está de moda practicar sexo sin amor". Ellos, dos chicos y dos chicas de buena familia, católicos apostólicos y del barrio Salamanca, son los Happiness y su debut (que se recordará por mucho tiempo) "Amo a Laura pero esperaré hasta el matrimonio".
Sin más preámbulos les dejo con el nuevo número 1.
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