sábado, julio 22, 2006

El espionaje aliado en Canfranc durante la II Guerra Mundial

Huesca no pasó de puntillas por la mayor de las guerras. Canfranc fue uno de los centros más importantes para el espionaje de los aliados, como también sirvió a los nazis a la hora de abastecerse y traficar con el oro robado a los judíos.

El periodista del Heraldo Ramón J. Campo estuvo ayer en Huesca presentando su último libro, "La estación espía", en el que cuenta las intrigas de ingleses, franceses y norteamericanos en la estación internacional de Canfranc en los años más duros de la contienda. En su primer libro ya narró el contrabando de oro nazi por el apeadero altoaragonés.

El autor dijo varias veces que esto es material de película y estoy de acuerdo: operaciones vitales para el espionaje aliado en un pueblo perdido entre las montañas en el que, además, la Gestapo se instaló durante dos años con un testigo mudo, la estación, cerrada ya hace más de tres décadas y que se ha convertido en una de las principales reivindicaciones del Alto Aragón.

Presentación en Huesca y Zaragoza
Libros anteriores: "El oro de Canfranc" (premiado por la Asociación de la Prensa de Aragón en 2001) y "Yak-42, honor y verdad"

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